domingo, 8 de enero de 2017

CHEROKEE : " LA LEYENDA DE LOS DOS LOBOS "

LEYENDA  CHEROKEE  LEYENDA CHEROKEE    Cuenta una antigua leyenda como una mañana un anciano de la tribu Cherokee pensó que era el momento de transmitir a sus nietos una de las grandes enseñanzas de la vida. Para ello les pidió que le acompañaran al bosque y se sentaron bajo un gran árbol,
lugar donde el había decidido contarles la batalla que ocurre en el interior de cada persona. Mis queridos nietos debéis saber, ser conscientes de que en el corazón y en la mente de cada ser humano existe, una lucha interior, una batalla perenne. Esa batalla es entre dos lobos. En el interior de todos nosotros, habitan dos enormes lobos,
uno blanco y el otro negro. El lobo blanco es bueno, gentil y amoroso, le gusta la armonía y combate solo cuando debe protegerse o cuidar a los suyos. Por el contrario, el lobo negro es violento e iracundo. Al más mínimo contratiempo se desata su ira por lo que se encuentra en constante pelea. Ambos lobos
luchan cada día dentro de mi corazón. Uno de los niños preguntaría a su anciano y sabio abuelo por cual de los dos lobos ganaría la batalla. El anciano cherokee respondería: Aquél que tú alimentes. Esa misma lucha está teniendo lugar en vuestro interior y en el de todos los
seres humanos. Otro de los nietos le volvió a preguntar por cual de los dos ganaría. El anciano le respondió: ambos, porque si yo alimentase solo al lobo blanco, el lobo negro se escondería en la oscuridad y apenas me distrajera un poco, atacaría al lobo bueno. Al contrario, si le prestó atención e intento comprender su
naturaleza, puedo utilizar su fuerza cuando la necesite. Así, ambos lobos pueden convivir con cierta armonía. Los niños se quedaron pensando un momento y uno de ellos confundido le pregunto al abuelo: ¿Cómo es posible que venzan ambos? El anciano Cherokee
sonrió y le explicó: El lobo negro tiene algunas cualidades que podemos necesitar en ciertas situaciones, es temerario y determinado, también es astuto y sus sentidos están muy aguzados. Sus ojos
acostumbrados a las tinieblas pueden alertarnos del peligro y salvarnos. Si doy de comer a ambos lobos, no tendrán que luchar encarnizadamente entre sí para conquistar mi mente y así yo podré elegir a qué lobo recurrir en cada ocasión.

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